En el año 2000, impulsados por el espíritu del Movimiento Apostólico de Schoenstatt y la misión del padre José Kentenich, un grupo de docentes decidió dar vida a un proyecto educativo que transformaría la comunidad. Así nacieron los Colegios María Educa, comenzando con su primera sede en la Villa La Florida, La Serena. Lo que comenzó con los primeros cursos de Kinder a segundo básico, pronto crecería con el paso de los años. Reconocidos oficialmente como colegios católicos por el Arzobispado de La Serena, estos establecimientos sentaron las bases de una educación centrada en los valores cristianos y la excelencia académica.